viernes, 23 de octubre de 2009


Como un suicida asomado al borde del precipicio, amontonando maldiciones sobre la barra de aluminio.Temblaba en sus ojos el humo de mil cigarros que fumó con un tipo que la habia besado, que la dejó una mañana dormida entre las dunas de su cama, que se fue con otra una madrugada.

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